Establecer límites hacia las demás personas puede ser un desafío, especialmente en culturas donde decir  “no” se percibe como un acto de mala educación. Sin embargo, más allá del contexto cultural, este desafío puede estar relacionado con miedo al rechazo. El establecimiento de un límite puede interpretarse como una amenaza, es un “alto” a ciertos comportamientos o actitudes, lo cual puede resultar incómodo para la otra persona. Este miedo al rechazo o a la soledad está arraigado en nuestro instinto de supervivencia; ya que, en la prehistoria, los seres humanos no podían sobrevivir solos.

Otra razón por la que establecer límites puede ser complicado es la falta de autoconocimiento. Si no tenemos claridad sobre lo que queremos o necesitamos en una relación, ya sea con nosotros mismos o con los demás, es difícil identificar por qué nos incomodan ciertos comportamientos, y más aún, comunicarlo adecuadamente.

Dentro de una relación de pareja, un amor sano tiene ciertas condiciones y límites claros. Pues, como sabemos, el amor no lo puede todo ni debe de soportarlo todo.

¿Cómo podemos establecer límites?

Primero,  identifica el límite

  •  ¿A quién va dirigido?
  • ¿Qué comportamiento deseo detener porque me incomoda?
  • ¿En qué momentos siento que mis necesidades o deseos no están siendo respetados?
  • ¿Estoy siendo fiel a mis deseos, valores y necesidades dentro de esta relación?

Segundo, comunica tu límite

Recuerda que es nuestra responsabilidad comunicar de forma asertiva nuestras necesidades, pero no depende de nosotros la forma en la que la otra persona reaccionara ante el establecimiento de límites.

Ejemplo: incomodidad de preguntar sobre de ex parejas

“Entiendo que pueda existir cierta curiosidad respecto a mis relaciones pasadas, sin embargo, me siento incómodo al hablar de ello. Prefiero mantener este tema en privado”

Mantente firme en el establecimiento del límite. Si la otra persona insiste en sobrepasarlo,  refuerza lo que has dicho, explicando qué acciones tomarás si el comportamiento continua.

Ejemplo:

“Te he pedido varias veces que no hablemos de mi ex pareja. Si no puedes respetar esto, tendré que tomar un poco de distancia”

Puede resultar difícil establecer límites, pero es más difícil vivir en una relación donde no se respeten tus valores, creencias o necesidades.

¡Te esperamos!